En medio del ruido urbano, las dificultades económicas y las tensiones emocionales que muchos enfrentamos día a día, cuidar un pedazo de tierra y verlo florecer puede convertirse en un acto de resistencia, de sanación y de esperanza. Mi pequeño espacio verde, donde conviven árboles de guayaba, árboles de higo, cebolla china, un palto en recuperación y nuevas semillas que estoy haciendo germinar, se ha vuelto un refugio y una fuente silenciosa de aprendizaje.
Este mes de mayo, como en años anteriores, coseché algunas guayabas de uno de mis árboles. Estas frutas, que maduran dulcemente entre mayo y junio, me recuerdan que los ciclos de la vida continúan a pesar de todo. Los higos aún más dulces solo brotan en enero, febrero y marzo, como si la naturaleza guardara lo mejor para verano. Entre tanto, el árbol de palta, que antes ofrecía generosamente sus frutos, lleva año y medio regenerándose tras una poda necesaria.
También tengo cebolla china lista para ser usada, y nuevos proyectos en marcha: semillas de frejoles, guayabos jóvenes, y hasta una pepa de mango que espero crezca.
No solo es una forma de obtener alimento más sano y sin químicos; es, sobre todo, una manera de reconectar con los ritmos naturales que el mundo moderno muchas veces nos ha hecho olvidar. Cultivar es cuidar. Es observar el tiempo pasar con otro ritmo. Es aprender a tener paciencia, a esperar sin prisa.
En tiempos donde todo se compra empaquetado, rápido y sin rostro, volver a la tierra es un acto profundamente humano. Nos enseña que el alimento no nace en los estantes de un supermercado, sino del trabajo constante, del cariño puesto día a día en una planta que apenas germina. También nos enseña a valorar más lo que comemos, a desperdiciar menos, y a agradecer más.
Pero quizás lo más importante de cultivar sea esto: nos da un propósito silencioso.
Por eso sigo sembrando. Porque en cada frejol, en cada brote de guayabo, en cada hoja verde que nace, hay una esperanza. Porque mientras haya tierra, manos y voluntad, siempre se puede volver a empezar.
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Estaré probablemente en Blogger hasta mediados de septiembre, si todo sale bien por aquí a partir de ahí veré si continuar en Blogger o mudarme a otro espacio.. ¡Gracias por estar!
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